viernes, 7 de octubre de 2011

The Way to Win segunda parte

Karl Rove  es  de los  pocos personajes más reconocidos y aceptados dentro de la etapa en la cual George W. Bush estuvo en el poder (considerado como el “arquitecto de la victoria” durante su campaña presidencial). En estos capítulos se abordan  todas las etapas en las cuales Karl Rove ha sido participe dentro del escenario político norteamericano. Sus primeros acercamientos de Rove, se dan en la década de los años setenta, dentro de las corrientes conservadoras universitarias, para de ahí enrolarse a las campañas rumbo al senado de personajes como John Ashcroft, Bill Clements y Phil Gramm.
 Rove llega a ser; primero asistente de Bush padre; y luego, coordinador de George W. Bush durante la campaña a la gubernatura, con lo cual opera de forma exitosa  para  la consecución de la victoria del Estado de Texas. En el texto se dice, que la personalidad de Rove es dura, ya que su trabajo se basa en la disciplina. Algunas de sus estrategias de campaña en lo discursivo, se basa en temas de seguridad nacional y fuerzas republicanas, a diferencia de los demócratas, que utilizan a la Seguridad Social y la educación.

A continuación menciono algunos de los palmareses y logros en la carrera de Rove:

Ø  El triunfo en la elección a gobernador en 1994, la reelección de 1998,
Ø  La presidencia de la república en 2000.
Ø  El deslumbrante desempeño republicano en el 2002.
Ø   las elecciones legislativas, y la elección presidencial de 2004.
Ø   A principios de 2005, la revista Time lo menciona en una lista de las personas más influyentes del mundo, incluyéndolo en la sección de científicos y pensadores.
Ø  El más famoso consultor demócrata estadounidense, James Carville, llama a Rove “el estratega político preeminente en los EE.UU. del momento”.
Ø  Fue el primer estratega  de una campaña presidencial que plateó la idea de una nueva forma de llegar a la gente a través de comunicaciones, incorporando el método del correo electrónico. A través del correo electrónico, es posible decir cosas, atacar a los oponentes en un lenguaje duro, defender posiciones ideológicas abiertamente conservadoras que serían imprudentes en otros lugares. De hecho, el correo directo es un medio eficaz y tiende a ser de los más provocadores, ya que diseña  una manera de escapar de las convenciones y restricciones blandas de la política convencional en el que las fronteras son impuestas por un medio de comunicación liberal.
Ø  Jefe de personal y diputado de la Casa Blanca en cargo de política.

Me gustaría mencionar la comparación y el papel que  Bill Clintón y Karl Rove jugaron, cada uno desde su trinchera para triunfar en la política norteamericana. Primero, Bill Clinton se le considera como un director, un hombre que domina y es completamente cómodo en el escenario público. Mientras que Rove, a pesar de su influencia, siempre ha sido un hombre del personal, un jugador de apoyo que pasa la mayor parte de su tiempo detrás de las escenas. Casi por definición, produce confusión e intriga.
Muchas de las decisiones Importantes  que tomo George W. Bush durante su gestión como presidente, tienen el poder de influencia de Rove, incluso mayor que el de Condoleeza Rice, su asesora de seguridad. Otro ejemplo es su presunta implicación en el "caso Plame", al involucrar que Rove  reveló la identidad de Valerie Plame, una agente encubierta de la CIA, y la de su marido, Joseph C. Wilson, como venganza a la oposición de este último a la invasión de Irak.

sábado, 1 de octubre de 2011

"The Way to Win" de Mark Halperin, cap. 1 y 2.

Estos capítulos del libro, sin duda incitan a la discusión, a la adhesión y a la crítica dentro  de la política norteamericana. Los escenarios que giraban en torno a las figuras de George H. W. Bush, George W. Bush ("conservador compasivo") y Bill Clinton (tercer presidente más joven) durante los noventa, constituyeron  un rasgo esencial, del país, de los medios de comunicación, así como de los diversos sectores tanto conservadores como radicales. Las campañas presidenciales en los Estados Unidos, son de contar historias, una campaña ganadora y exitosa se debe  basar en llevar la historia de la vida del candidato hacia los votantes.
La dinámica de las campañas políticas norteamericanas durante los años noventa, desde mi punto de vista radicó bajo seis formas:

1.     La heterogeneidad de los partidos políticos, convirtiendo a la nominación y selección de los candidatos en una decisión compleja, competida, sujeta a la vigilancia de los participantes, de sus bases de apoyo y de los medios de comunicación que asumieron al papel de cajas de resonancia de las diferencias intrapartidarias;
2.    Las declaraciones y posturas de ex presidentes norteamericanos (George H. W. Bush, Ronald Reagan, Jimmy Carter, Richard Nixon) y políticos connotados (Bob Dole, Al Gore, Dan Quayle, John McCain, Dick Cheney ) en sus respectivos contextos, así como los trascendidos en algunas columnas políticas, constituyen una serie de pruebas acerca de la existencia de aquella vigilancia puntual y de la competencia implícita.
3.     Los juicios lapidarios de varios columnistas de los principales periódicos en Estados Unidos (The Washington Pos, The Washington Times, The New York Times), son los testimonios más notables de las discrepancias entre correligionarios de bandos opuestos y de la vigilancia a la que han estado sometidos los procesos electorales y,
4.    la posición de las principales cadenas de televisión (ABC, CBS, CNBC, MSNBC), ya que cada noticiario es producido de acuerdo a los criterios editoriales y estéticos de cada televisora, y dan cuenta del estilo narrativo del noticiario así como el papel que ocupa el conductor al momento de presentar la información en periodos de contienda electoral.
5.    Los “Freak shows”, que dan imágenes intrigantes de los candidatos (chismes), ya que operan en el centro del escenario político nacional, y pone de manifiesto el ejemplo de personajes extravagantes como Michael Moore al dar a conocer  diversos documentales que evidencian  la supuesta credulidad y ausencia de sentido crítico del ciudadano estadounidense promedio.
6.    La llamada “old media” y “new media”; la primera, se refiere a los medios de comunicación en general, que  amplifican  la  imagen real de los candidatos y la agenda setting mediática  que consiste en encuadrar enfáticamente los rasgos tanto positivos como negativos de su personalidad, y actitudes de los candidatos; la segunda, se refiere a los diversos sitios de internet.